La piel grasa y su consecuente aparición de esos antiestéticos granitos y puntos negros es muy habitual en la adolescencia, sin embargo, existen muchas mujeres que pasada esta etapa siguen sufriendo las consecuencias de este tipo de piel. Tener la piel grasa no es mejor ni peor, simplemente requiere un tipo de cuidados diferente.
Uno de los puntos en común de todos los expertos, es el realizar una limpieza facial profunda de manera periódica. Su frecuencia dependerá del tipo de piel de cada mujer, una vez a la semana, cada quince días, una vez al mes… Existen centros especializados donde realizan este tipo de limpiezas de manera profesional, pero claro, existe el problema de siempre: el dinero. Este tipo de centros ofrecen unos servicios con unos resultados visibles en pocos días, sin embargo, su precio puede echar atrás a más de una. Si quieres hacerte un peeling tu misma sin tener que acudir a un establecimiento de estética, apunta estos 6 pasos
- Limpia tu cara con agua fresca o tibia y jabón.
- Exfolia tu rostro para eliminar la piel muerta y así exponer mejor los puntos negros.
- Llena una cazuela con agua caliente y coloca tu rostro sobre ella cubriendo tu cabeza con una toalla para evitar que se escape el calor. La distancia entre tu cara y el agua caliente debe ser de unos 30 centímetros. El vapor de agua ayudará a abrir tus poros facilitando su posterior extracción.
- Sécate el posible sudor provocado por el vapor de agua con un pañuelo limpio y comienza a extraer los puntos negros. Utiliza una gasa limpia o un trozo de papel higiénico para cubrir tus dedos, si aprietas directamente con las uñas podrías causarte heridas y alguna infección.
- Aplícate con un algodón una loción o tónico y a continuación algún tipo de crema hidratante oil free.
- Evita maquillar tu cara en las próximas horas, un buen momento del día para realizar un peeling podría ser antes de irte a acostar, de esta manera tu piel descansará limpia durante toda la noche.