Hoy día son muchos los niños que tienen una consola para jugar en su tiempo libre pero en ocasiones los padres nos olvidamos de que los niños no deben de pasar muchas horas jugando a los videojuegos sino que también tienen que tener su tiempo para otras cosas.
Básicamente el juego no puede permitir que los niños dejen los deberes para hacerlos a última hora o que se quiten horas de sueño simplemente por querer jugar. Tampoco pueden estar jugando horas seguidas a los videojuegos ni quedarse en casa mirando un televisor en lugar de salir al aire libre y de hacer un poco de ejercicio físico.
Lo normal es que coja la videoconsola varias veces al día por periodos breves con descansos de 15 minutos por cada hora de juego. Siempre puedes decirle a tu hijo o hija que lo dejas jugar una hora y después ha de hacer otras cosas aunque te recomendamos que no le permitas jugar a los videojuegos hasta que los deberes del colegio estén hechos para que vea el juego como un premio.
Vigila siempre las condiciones de iluminación que tenga de videoconsola para que no se produzcan deslumbramientos ni excesos de brillo que puedan afectarle a la visión de los pequeños.
No es bueno que los niños estén siempre jugando los videojuegos ya que hay que tratar de que juegue con otros niños a otros juegos diferentes que no sean los tecnológicos. En esto tú puedes también formar parte de sus cuerpos animándolo a conocer juegos de exterior a los que tú jugabas como pueden ser la rayuela o las canicas.
Por supuesto, si ves que tu hijo tiene enrojecimiento en los ojos, sequedad, dolor de cabeza habitual,… quiere decir que está teniendo demasiadas horas de televisión o de videojuegos.
