Parece sacado de un guión de una serie de televisión y si así hubiera sido seguramente nos habría parecido hasta exagerado, pero ha pasado en la vida real, en Paris, un ladrón ha sido capturado gracias al ADN que dejo en la mejilla de la joyera a la que atracó.
Sucedió en abril de 2013, cuando dos hombres entraron al apartamento de la mujer, situado sobre la joyería, la rociaron con lo que dijeron que era petróleo y la amenazaron para que les diera los códigos de alarma de la tienda, mientras uno robaba en la joyería, el otro se quedó con la joyera y cuando su compañero terminó, beso a su víctima antes de soltarla.
Gracias a ese beso, la policía pudo extraer el ADN y así finalmente han detenido a un hombre de 20 años en el sur de Francia, sospechoso de otro crimen también, dice que le dio un beso para «aliviar su trauma», mientras siguen buscando al cómplice del robo.