Quizá muchos/as digan que Varsovia no es una capital muy interesante o especial, pero en mi humilde opinión es un lugar absolutamente mágico que se debería de visitar. Por si no lo sabíais, desde hace siglos la sirena es el emblema de la ciudad y, de hecho, entre los años 1811 y 1915 los ocupantes de Polonia prohibieron el uso del escudo de Varsovia, por lo que los varsovianos comenzaron a colocar la efigie de la sirena por todas partes. Hoy en día las puedes encontrar en las farolas de las calles, en las fachadas y en un sinfín de sitios más.
Por ejemplo, en el Mercado de la Ciudad Vieja te puedes encontrar con la que ves en la imagen, ¡tiene más de 150 años! A pesar de ello, ya ha cambiado varias veces de ubicación, aunque desde el año 2000 permanece en la plaza del Mercado. A pesar de ello, y lamentablemente, se convirtió en el blanco favorito de vándalos, por que lo en el año 2008 fue colocada una copia y la original se trasladó hasta el Museo de la Ciudad de Varsovia.
Otra de las sirenas que te podrás encontrar en la ciudad es el Monumento a la Sirenita en la Ribera Kosciuszkowskie, en las cercanías del puente Swietokrzyski. La idea primitiva era construir una escultura de cristal de unos 20 metros de altura y colocarla sobre un pilar a mitad del río Vístula, pero debido a diversas dificultades técnicas lo que hoy vemos es un monumento de bronce de la célebre escultora polaca Ludwika Nitschowa. Aún así, es impresionante.