A nadie le extraña que digamos que la piel del bebé es muy delicada. A veces, cuando tienes las uñas largas, cualquier caricia un poco más fuerte puede dejarle una señal al pequeño o a la pequeña y es porque su piel aún no se ha acostumbrado al ambiente, al sol y, en general, a estar fuera del vientre materno.
Cuidar la piel del bebé es algo fundamental para que, cuando sea mayor, no tenga esos problemas. Para ello, es necesaria una buena hidratación del pequeño con un pH neutro. Eso sí, no debes hidratar en exceso pues la piel se vuelve muy fina y delicada y estaríamos ante el mismo problema que si no hubiera hidratación.
Es posible que te hayas dado cuenta de que, la piel del bebé, es más seca de lo normal. Esto es porque las glándulas sebáceas no se han desarrollado y durante los primeros años de ida se pierde mucha hidratación por este motivo.
Si notas que tu bebé tiene una piel sin brillo, áspera y que se llega a pelar, es que hay poca o nula hidratación y será cuando debas utilizar los productos hidratantes pero no es bueno llegar a esto porque se pone en riesgo para coger infecciones de hongos o virus que pueden afectarle muy negativamente tanto en ese momento como en la vida de adulto.
En cuanto a productos para el bebé, en farmacias vas a poder encontrar algunos pero lo mejor es que sea tu pediatra quien te recomiende en base a las necesidades que tenga tu bebé y como conocedor de varias marcas y de lo que pueden hacer por el pequeño.
