En muchas familias todavía, para los niños pequeños, utilizan la hora del cuento para hacerles menos pesado la hora de irse a dormir de tal manera que, cuando llega la hora de dormir los niños han de estar en su cama si quieren escuchar un cuento de la madre o el padre.
La hora del cuento es algo que se está perdiendo pero es bastante beneficioso para los niños y no se debería de perder. A lo largo de la hora la madre o el padre cuenta un pequeño cuento para hacer que los niños se relajen y se duerman. Los cuentos suelen ser de muchos tipos, de aventuras, de princesas, de dragones,… pero lo importante no es el hecho de cuento sino el hecho de que los niños se mantenga callados escuchando, no interviniendo porque eso sólo fomentaría que no descansaran.
Para que la hora del cuento sea efectiva los niños han de estar en la cama relajados y tranquilos y permanecer así mientras la madre o el padre cuenta un cuento. En ningún momento deberían levantarse porque eso sólo conseguiría acabar con el sueño que pudieran tener.
La duración de los cuentos no debe ser mayor de 20 minutos pero si se ve que el niño tiene mucho sueño se pueden acortar a cinco o 10 minutos. Después del cuento los niños deberían estar dormidos y, en caso contrario, dependiendo de la edad del pequeño deberás quedarte a su lado o bien deberás dejarlo solo para qué se duerma sin tener que estar pendiente de él.
Esto puede costar un poco al principio pero los niños finalmente acaban por hacerse con la rutina y empiezan a no tener miedo a dormirse solos. Recuerda que la hora del cuento y la hora de irse a dormir ha de ser siempre a su cama, no a la cama de matrimonio o que varios niños estén en una sola cama porque entonces después se espabilarán en el momento que quieras cambiarlos.