Hay muchos niños que pueden tener anemia por falta de hierro; no es algo que sólo afecte a las personas adultas sino también a los niños y existen varios tipos de anemia. En los niños de entre 6 y 12 meses la anemia más común es la anemia por carencia de hierro.
Muchos niños tienen anemia sin presentar ningún síntoma al principio debido a que los niveles de hierro bajan muy lentamente pero poco a poco se van poniendo más pálidos e irritables, pierden el apetito y su ritmo de crecimiento va disminuyendo. Cuando esto ocurre pueden ser algunos de los síntomas de los que haga presagiar una carencia de hierro que puede solucionarse fácilmente dándole un suplemento líquido de hierro todos los días durante un período de tiempo determinado, el suficiente como para, a través de un análisis de sangre, verificar que los niveles de hierro están de nuevo en mejores datos. Una vez que se ha verificado se suspende el tratamiento y se controla que no haya de nuevo una bajada porque, en caso de que sea así, habrá que verificar mucho mejor si se sufre de algún otro tipo de enfermedad.
Existe un mayor riesgo si el niño nació prematuro o con poco peso al nacer. También hay mayor riesgo cuando es mayor de seis meses y no come carne o tiene menos de un año y toma leche de vaca, cabra o soja.
La anemia suele aparecer después de seis meses de nacer porque se mantienen los depósitos de hierro que se acumularon en el útero materno pero después esos depósitos comienzan a bajar y el bebé necesita tomar su propio hierro a través de la alimentación.