Dentro de poco será el día de San Valentín, o día de los enamorados, un día que muchos odian por ser demasiado comercial; mientras que otros ensalzan su amor por esa persona especial. Seas de una forma de pensar o de otra, hoy vamos a darte ideas que no impliquen tener que gastarte tanto y, al mismo tiempo, sorprendas a tu pareja.
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Una comida especial. Puedes hacerle el plato que más le gusta a tu pareja, o bien preparar la mesa como no lo sueles hacer. Es cuestión de pensar en sorprenderlo y en hacer las cosas con más detalles. Seguro que se queda parado viendo lo que has preparado.
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Un paseo. Otra opción es pasar tiempo con la pareja. Puede ayudar a conversar, a sentirse juntos de nuevo, sobre todo si trabajáis los dos y no coincidís mucho en casa con lo que ese momento a solas puede venir bien para la relación.
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Hacer algo por ti misma. Hacer un regalo no implica gastarse dinero, puedes hacerlo tú misma, alguna manualidad, aunque creas que eso no lo va a apreciar. A menudo esas cosas que pensamos que son tonterías son las que llegan más al corazón. Escríbele una carta, haz una pequeña novela con vosotros como protagonistas, cualquier cosa que se te ocurra.
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Vestirte elegante. Dependiendo de los gustos que tenga tu pareja, puedes sorprenderle con un vestido elegante. Y ojo, no estamos diciendo que vayas de compras a por algo nuevo. Seguro que en tu armario tienes algo especial con lo que sorprender a la pareja y eso mismo es lo que queremos que hagas, buscar ese vestido, o ese atuendo que a tu pareja tanto le gusta y ponértelo. Y si no puedes, intenta ver qué ropa tienes para que cuando te mire vuelva a hacerlo fijándose en la persona que tiene delante. Solo en el caso de que no tengas absolutamente nada, podrás ir a las rebajas para ver si hay algo (siempre pensando que, quien lo va a ver, será tu pareja).
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Hacerle algo especial. Y con algo especial nos referimos a un momento íntimo. Si siempre es tu pareja la que lleva la iniciativa en la relación sexual, una forma de sorprenderle, quizá gratamente, es que, por una vez, lleves tú las riendas del asunto. Intenta darte libertad para hacer lo que tú quieras y piensa que el objetivo que tienes es hacer disfrutar a la pareja, da igual que se tome más tiempo en hacerlo. Puedes darle un masaje erótico, puedes ir encendiéndola poco a poco, lo que se te ocurra para que disfrute, que es de lo que se trata.
Como ves, puedes pasar de un San Valentín comercial a uno lleno de detalles para tu amado. Pero te damos un consejo: que esto no se quede en un único día, es mejor que salga como algo de todos los días, porque el amor es cosa de todo el año.
¿Se te ocurre algo más que hacer en San Valentín sin que te cueste nada?