Los huevos son un alimento que generalmente gusta a los niños en todas sus especialidades, sin embargo, el huevo frito es el que se lleva la palma. Pero, ¿cómo hacer de este alimento un plato con el que además de alimentarse se lo pasen bomba? Un poco de ketchup y algo de mostaza tienen la clave para este nutritivo experimento.
La noche de Halloween se acerca y tus hijos querrán que les premies con un plato especial para esta festividad. Si hace unos días te ofrecíamos diferentes platos para que los pequeños de la casa se lo pasen de miedo en este día, hoy te proponemos un huevo terrorífico en forma de esqueleto, ¿te atreves?
Pero si lo que quieres es conseguir que tus hijos coman pescado, decorar los huevos como si fueran habitantes del mar puede ser la idea que andabas buscando. Puedes convertir el huevo frito en un esqueleto de pescado ayudándote del ketchup o convertirlo en un gracioso cangrejo con la ayuda de esta salsa y una aceituna negra cortada en rodajas.
También podrás optar por las decoraciones más clásicas como el huevo frito en forma de sol, una imagen muy sencilla e ideal para los niños más pequeños, o el huevo frito en forma de flor. Para esta última receta a parte de la ya mencionada salsa necesitarás también algunas salchichas cortadas en finas rodajas para crear los pétalos.
Aquí te hemos dejado algunas de las mejores propuestas, ¿cuál son las tuyas?