Si existe una casa o edificio feliz, ese es el Happy Rizzi House.
Se trata de un espectacular edificio reconstruido y convertido en lo que hoy es en el año 1999. Un edificio diferente, original donde los haya, alegre… espectacular.
La idea que dio origen a este edificio nació de una simple conversación entre James Rizzi (artista) y Olaf Jäschke (propietario de una sala de arte). Juntos planeaban dar forma a un edificio diferente y sorprendente en pleno centro de la ciudad de Brunswick, en Alemania. Y llevaron a cabo su plan…
Happy Rizzi House es el resultado de aquella idea. Y fue moldeada utilizando como base un viejo edificio en ruinas que algún día fue un palacio.
James Rizzi es un artista pop. Y su gran obra, Happy Rizzi House, sigue esa estética pop que caracteriza al artista.
El edificio es una construcción sencilla, carente de simetría y que derrocha color y alegría gracias a las ilustraciones, un tanto infantiles e ilógicas que cubren toda la fachada.
La estética del edificio es tan sorprendente y llamativa que, en un principio, los habitantes de la ciudad de Brunkswick, se mostraban reacios a aceptarlo y acogerlo de buena gana en la ciudad. Sin embargo, el edificio pronto se convirtió en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, un elemento por el que muchos turistas visitan esta ciudad del centro de Alemania; por ello hoy están encantados de tener un edificio así de alegre en la ciudad.
