Hacer punto es una tarea que parece de nuestras abuelas, pero la nueva tendencia del «Házlo tú misma» ha hecho que muchas mujeres hayan decidido desempolvar las viejas agujas de hacer punto y comprar lanas de distintos colores y grosores, y ponerse a la tarea de confeccionar de todo, desde la sencilla bufanda, hasta elaborados jerseys de lana. Por eso, es cada vez más frecuente ver que mujeres de todo el mundo, mientras viajan en transporte público o en su tiempo libre, se dedican a hacer punto, una actividad que cada día gana más adeptas.
Para hacer punto no es necesario más que tener dos agujas de punto, pueden ser de metal, aunque para transportar, son mucho más cómodas las de plástico, y lana de cualquier color. Tras un par de lecciones, y con un poco de práctica al inicio, se puede aprender fácilmente a hacer el punto más sencillo. Lo mejor para aprender, es la práctica, además, lo bueno del punto es que, si nos confundimos, se deshace, y ¡vuelta a empezar!
Hay lanas de todos los precios, para empezar, es buena idea optar por una que no sea muy cara, ya que con el uso, al principio, suele estropearse, también es aconsejable que sea gruesa, porque es más fácil de manejar. Cuando ya se tiene un poco de práctica, se puede elegir la lana que más nos guste el función de lo que queramos hacer. La mayoría de las personas empiezan tejiendo una bufanda, porque es lo más sencillo de realizar, para después completar con gorro, una vez que se tiene manejo sobre las agujas, es mucho más sencillo seguir con cosas más complicadas.
Además de la posibilidad de hacer cosas por nosotras mismas y que, de seguro nadie más tendrá, hacer punto es una actividad relajante.
¿Y tú, ya te has apuntado a la moda de hacer punto?
Es una muy buena opción para pasar el rato, eso si, siempre en invierno que no veas el calor que da.