En nuestro país existen más de 38.000 niños que son atendidos por el sistema de protección a la infancia. En esta cifra se incluyen a todos aquellos menores que son atendidos fuera del ámbito familiar biológico, ya sea en un ámbito de acogimiento residencial, acogimiento familiar o en adopción nacional. Sin embargo, si incluimos a todos los niños que deben ser atendidos por los servicios sociales, esta cifra se vería fuertemente incrementada.
Estos pequeños son iguales que el resto de niños educados en una familia biológica, no obstante, son propensos a sufrir ciertas enfermedades mentales derivadas de la continua inestabilidad a la que han estado sometidas sus cortas vidas. Muchos de ellos han sido maltratados física o psicológicamente, otros de ellos presentan una alimentación inadecuada, otros han sufrido déficits afectivos, abandonos…
En definitiva, la vida les ha deparado a estos pequeños una serie de circunstancias que han podido llegar a marcarles dificultándoles de este modo una correcta integración en la sociedad que se traduce en comportamientos poco saludables y dañinos tanto para ellos mismos como para aquellos que les rodean. Estos niños son propensos a sufrir miedos irracionales, rabietas sin fundamento, dificultad para comunicarse y un sinfín más de males para los cuáles en la mayoría de las ocasiones sus pediatras y educadores aún no han sido instruidos.
Para evitar dichos problemas de adaptación, la Sociedad Española de Pediatría Social ha elaborado una guía para que funcione como punto de referencia para familias, pediatras y demás educadores que tengan ante sí casos de niños educados fuera del ámbito familiar biológico. Esta guía tendrá como principal objetivo el orientar en el cuidado de estos niños para evitar posibles problemas futuros o problemas que ya se estén produciendo. La guía será repartida a 7.000 pediatras y familias de acogida.