La semana pasada aparecía en la web de Greenpeace una noticia que provocó que las principales redes sociales echaran humo: Zara, el grupo más importante de la compañía Inditex, contaba con una de las cadenas de suministro y fabricación de sus productos más tóxica de mundo.
La presión ejercida al conocerse la noticia, por medios de comunicación y, sobre todo, por las redes sociales, fue muy grande. Pronto aparecieron campañas en las que los internautas podían firmar mostrando su indignación, apoyando a Greenpeace en esta causa y reivindicando una actuación y cambio de filosofía de negocio inmediata por parte del grupo Inditex; todo tipo de comentarios invadieron Facebook y Twitter -entre otras redes sociales-, etc.
También los activistas se pusieron manos a la obra ejerciendo presión en la calle. Una presión que pudimos ver en las principales ciudades del país. En Barcelona, por ejemplo, se pudo ver cómo activistas se convertían en maniquíes bajo el lema ‘no more fashion victims‘ (no más víctimas de la moda), frente a una de las tiendas Zara más importantes de la Cuidad Condal. Y en Madrid, una de las tiendas Zara llamaba la atención por un enorme cartel que decía ‘Zara, únete a la moda sin tóxicos‘.
Tanta presión sobre Zara y el grupo Inditex ha dado sus frutos. Y es que apenas una semana más tarde, Greenpeace, anuncia también a través su web, que Zara se ha comprometido a poner freno a los tóxicos en su cadena de suministro y fabricación, eliminando el uso y vertido de todas las sustancias químicas peligrosas antes de 2020.
Imágenes vía: ecouterre.com
