Cuando has visto en tu hijo alguna erupción cutánea te has asustado un poco porque no sabes bien de qué ha podido salir. Algunas veces la aparición de granitos rojos hace que pienses que es una reacción, quizás a la ropa, al champú o a otros objetos. A partir de ese momento sueles mirar muy de cerca lo que haces para saber si se repite y, en caso afirmativo, llevarlo al pediatra para saber qué motivo puede haber.
Los niños tienen una piel muy sensible durante sus primeros meses de vida y es muy probable que los granitos rojos puedan ser de cosas que, para nosotros, son normales, como por ejemplo el sudor, cosa que les puede irritar la piel.
En concreto ese problema es la sudamina, algo que no es grave pero sí molesto estéticamente.
Para conseguir que se eliminen esos granitos rojos debes:
– Lavar a menudo la zona con toallitas húmedas siempre que éstas no le irriten o le hagan que se produzcan de nuevo los granitos.
– También puedes pasarle una esponja natural sin jabón para retirarle lo que pueda haberse adherido a su piel.
– Procura cambiarle un poco la alimentación para ver si ese es el problema. Si no cambia nada entonces es más una reacción de la piel ante algo externo.
Acude siempre a un pediatra que te informará de todo lo que puedes hacer para que tu hijo no tenga los granitos rojos y no le queden marcas cuando sea mayor.