Una de las etapas por las que pasa un bebé es la de girar sobre sí mismo, es decir, darse la vuelta y eso suele ocurrir normalmente a partir del segundo trimestre de vida como paso previo a gatear y después a andar aunque, como ya sabes, hay niños que no gatean y se lo saltan para ponerse a andar directamente.
Girar sobre sí mismo supone ya un gran avance en su desarrollo porque significa que el niño está comenzando a aprender a mover su cuerpo, a realizar ejercicios psicomotores.
Ventajas de girar sobre sí mismo
Aunque nosotros pensemos que girar sobre sí mismo es en realidad algo normal y no lo veamos como un gran paso para el bebé sí lo es y lo es porque de ese modo consigue hacerse más autónomo y puede, sin necesidad de ningún adulto, explorar el lugar donde está.
También al girar sobre sí mismo van a conocer mejor su cuerpo y van a saber cuáles son sus limitaciones en ese momento o cómo pueden superar esas limitaciones que tienen ganando además en estabilidad y equilibrio y fortaleciendo los músculos preparándolos para las siguientes etapas como son el gateo o echar a andar.
Por eso, si tu bebé ha empezado a darse la vuelta haz de sentirte muy orgullosa de él y si han pasado más de seis meses y tu bebé todavía no se da la vuelta deberías consultar con un médico porque no es lo más normal como tampoco es normal que le cueste mucho juntar las manos en la línea media del cuerpo o que sólo pueda girarse hacia un lado.