Al igual que ocurre con las personas adultas, a los niños, cuando tienen una enfermedad relacionada con la garganta o que puede afectar a la misma, tienden a tener los ganglios inflamados y a ser dolorosos para ellos.
La inflamación de lo ganglios es en realidad una respuesta ante una enfermedad que se tiene o que va a venir y no significa en ningún caso que sea algo muy grave. Podríamos decir que es algo normal.
Ahora bien, la función de los ganglios suele ser la de defender el organismo, de ahí que se inflamen cuando hay una inflamación. Para explicártelo de otro modo, cuando en su organismo hay una lucha entre los virus y los anticuerpos, éstos tienen una zona de batalla que, en este caso, son los ganglios. Ahí lo que se intenta es mantener la enfermedad a ralla pero a costa de una inflamación que puede originarse con dolor.
En la mayoría de los casos, una vez pasada la enfermedad, los ganglios también vuelven a su estado normal y ya no duelen como antes.
De todas maneras, tampoco es bueno dejar esa parte del niño sin observar porque, si el niño está sano y los ganglios se inflaman o duelen es posible que pueda ser que esté incubando algo o que haya algo en su cuerpo que le haya hecho reaccionar a este mecanismo de defensa para evitar algún mal. En esos casos, lo mejor es acudir al pediatra para que lo valore un experto.