Enero es uno de los meses en los que muchas personas se animan a empezar a ir al gimnasio, en marcarse el objetivo de pesar menos. El problema viene cuando es el propio cuerpo el que pelea contra nosotras y nos pone trabas que, en ocasiones, no somos capaces de saltar. Cuando eso pasa, se abandona.
Algunos expertos consideran que si se está 21 días haciendo esa misma actividad, se convierte en rutina. El problema es pasar del día 3 que es cuando el cuerpo se revela y no quiere seguir, y, obviamente, hay que obligarse. Si a eso le unimos que puedes escoger un tipo de ejercicio que no es el más adecuado, entonces tienes más razones para acabar abandonando.
Es por eso que deberías saber que es el ejercicio el que debe adaptarse a ti, y no al revés. Para ello, lo mejor es conocer el nivel en el que estás y, según éste, así tener que hacer los ejercicios para saltar al siguiente escalón.
¿Sabes cuáles son los niveles? Te los explicamos:
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Primer nivel: andar. ¿No eres capaz de dar un paseo de 30 minutos sin jadear? Estás en el primer nivel, el más bajo. Pero no hay que desanimarse. Andar no es un problema y si lo haces todos los días cogerás forma para pasar al siguiente nivel. Así que ánimo.
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Segundo nivel: pilates. Ahora que sabes que puedes andar más de 30 minutos, puedes apuntarte al pilates. Al principio te costará, muchísimo, pero con práctica irá siendo cada vez más sencillo y fácil.
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Tercer nivel: yoga. Aunque no lo creas, el yoga es un buen ejercicio para perder peso. Muchos consideran que como es algo relajante no va a lograr nada pero se equivocan. De hecho muchos profesionales combinan pilates y yoga para lograr un mejor resultado.
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Cuarto nivel: bicicleta. Una sesión de 20 minutos en la bicicleta te puede hacer quemar 200 calorías fácilmente. Eso sí, que sea moviéndote, porque las estáticas a menudo no queman esas calorías sino algo menos. Pero si puedes, sal fuera con la bicicleta y descubre lugares que no sabías que existían en tu ciudad.
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Quinto nivel: baile y similares. Zumba, bailes de salón, etc. todo eso te va a ayudar a perder peso y ponerte en forma, además de que puedes conocer a otras personas si vas a las clases (y no lo haces en casa con los videojuegos que se sacaron de este tipo). De hecho, si te acompleja el peso, es mejor empezar con ellos y, cuando veas resultados, apuntarte a alguna clase. Tienes que salir de casa y además te ayudará con los niveles anteriores (por ejemplo, por andar).
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Sexto nivel: running. Si el primer nivel es andar, el sexto es correr. Y para ello correr puede hacerte quemar mucho (y pensar que te va a dar algo). No se trata solo de correr 30 minutos, sino de hacer carreras, obstáculos, etc.
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Séptimo nivel: spinning. Si te gusta el gimnasio, en este nivel podrás ser capaz de hacer un entrenamiento intenso donde se suelen utilizar bicicletas para llevarlo a cabo. Habrá mucha caña, desde ya te lo decimos.
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Octavo nivel: musculación. Perder peso quiere decir quitar grasa del cuerpo pero también necesitas fortalecer los músculos y para ello hay ejercicios de este tipo que te ayudarán a hacerlo. La mayoría de ejercicios son a nivel anaeróbico por lo que la masa muscular se multiplica (y eso quiere decir que puedes subir de peso, pero es por el músculo).
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Noveno nivel: crossfit. Son actividades de intensidad moderada-alta, no aptos para principiantes, y donde hay que tener ya una rutina en el ejercicio (y un peso adecuado) para poder llevarlos a cabo sin sufrir lesiones en el cuerpo.
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Décimo nivel: entrenamiento SEAL. No todos llevan a este nivel pero seguro que te acuerdas de algunas películas de este tipo. Pues bien, desde ya te decimos que no todos los que lo intentan lo pasan, de hecho el 90% abandonan. Entre las actividades están: hambre, frío constante, correr kilómetros, nadar en el mar, privación del sueño y más.
Ahora que sabes los distintos niveles que hay, es posible que hayas detectado el tuyo o que consideres que puedes estar en el dos, tres, o cuatro. Son los niveles más básicos y donde la mayoría de las personas están pero, con entrenamiento, puedes pasar a los siguientes. Eso sí, hay que tomarse su tiempo y, sobre todo, tener un entrenador que pueda orientarte y vigilar que el ejercicio lo haces bien.