Las apuestas y vaticinios realizados en las jornadas anteriores no fallaron en absoluto sobre los resultados que se iban a dar en Eurovisión. Y es que, tal y como se había presagiado, Dinamarca consiguió alzarse anoche con el primer lugar de la mano de la joven cantante Emmelie de Forest y su canción titulada “Only teardrops”.
Una melodía aquella que cautivó no sólo a los eurofans sino a todos los telespectadores tanto por su sonido como por la interpretación de la artista y por la puesta en escena en la que no faltaron fuegos artificiales cayendo en cascada o el sonido de una flauta.
Los vaticinios también acertaron con la participación de España. Así, los mismos venían a dejar patente que nuestro país estaría en las últimas posiciones de la tabla clasificatoria y tal cual, los integrantes del grupo “El Sueño de Morfeo”, con su canción “Contigo hasta el final”, se quedaron en penúltimo lugar al recibir tan sólo ocho puntos: seis de Albania y dos de Italia.
Y eso que la citada formación hizo una actuación bastante sólida. Sin embargo, el haber actuado en quinta posición después de la gran puesta en escena de la representante finlandesa pudo pesar demasiado, de esta manera el sueño de una posible victoria quedó sólo en fantasía.
No sé de qué nos extrañamos. Los votos de Eurovisión tienen varios orígenes, y en ninguno de ellos somos potentes. A saber, imagen internacional (España en esto está floja), idioma (si no cantas en Inglés es difícil ganar), y finalmente, amigos (nosotros tenemos a Portugal, a veces).
La, la la la, la la la, la la laaaaaaaaaaaaaa…