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Los consumidores solicitaban una forma más sencilla de identificar la calidad del jamón, una garantía para saber si aquello que compraban reunía una justa relación entre calidad y precio. Por su parte, los ganaderos y productores de jamón pedían desde hace tiempo medidas que garantizaran la continuidad del sector, que se había visto muy afectado por la polémica inclusión de la denominación «recebo» – en la que se incluían jamones que en otro tiempo hubieran sido de bellota.
El Gobierno ha dado por fin respuesta a todas estas solicitudes y ha creado un sistema de colores para el etiquetado del jamón, a partir de ahora, los consumidores podrán conocer la calidad del jamón ibérico que adquieran simplemente observando la etiqueta.
El nuevo etiquetado del jamón ibérico
- Se identificará con el color negro únicamente al jamón 100% ibérico alimentado exclusivamente con bellota, que será la única variedad que podrá llevar el calificativo «de pata negra».
- El color rojo se asignará a ibéricos alimentados exclusivamente de bellotas, pero que no presenten una pureza racial del 100%.
- El verde será el color de los ibéricos de cebo – antes serían recebo – es decir, de aquellos que han pasado parte de su vida al aire libre, pero que no se han alimentado exclusivamente de bellota.
- El color blanco se deja para los ibéricos que se hayan alimentado a partir de piensos y otros productos y dentro de criaderos o granjas.
La normativa empezará a aplicarse a partir de ahora, y con los animales sacrificados desde la fecha de publicación de la normativa en el BOE, por lo tanto, aun tardará varios meses en llegar a los consumidores.