De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda el que los bebés no vayan separados de sus padres, ni en un carro, ni en las mochilas portabebés sino en un cabestrillo formado por un pañuelo largo y resistente que se debe colocar de una determinada manera para conseguir que aguante el peso del bebé y esté seguro al mismo tiempo que está pegado a la madre o al padre.
Esta técnica, que podríamos comparar con otra como el dormir todos juntos en la misma cama, o el estar con el niño sin ropa de por medio, tiene sus pros y sus contras y hay que tenerlos en cuenta.
Ventajas del cabestrillo portabebés
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Llevas a tu hijo a tu lado, sentirá los latidos del corazón y eso hace que esté más tranquilo, que no llore tanto.
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Te evitas tener que cargar con un carrito o estar más incómoda a la hora de comprar porque tienes más cosas que llevar y no puedes comprar a gusto.
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Puedes controlar mejor a tu bebé y siempre irá contigo sin problemas de que lo dejes unos segundos y pueda desaparecer.
Inconvenientes del cabestrillo portabebés
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La espalda. Aquellas que tienen problema de espalda, llevar al bebé encima hará que se encorven por el peso y, a la larga, empezarán los problemas.
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Se crea una dependencia más fuerte del bebé para con la madre o el padre que, después, les resulta más complicado deshacerse de ella.
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Hay que saber colocar muy bien el pañuelo para que el pequeño no se caiga y a veces las prisas no son buenas consejeras.
Tomar la decisión va a depender de ti pero tienes que tener en cuenta que todo tiene algo bueno y algo malo. Siempre puedes combinarlo para darle lo mejor de cada método (ir en carro, ir en brazos, en mochila, etc.).