Es posible que, en alguna ocasión, hayas visto que has cometido un error en el trabajo, o que has dicho algo que no debías a compañeros que te ha costado el puesto. Y es que hay muchas veces que se cometen errores y por eso se debe tener cuidado.
Por ejemplo:
No des puñaladas por la espalda. Es decir, no vayas hablando mal de tus compañeros a la espalda porque, a la hora de la verdad, todo sale. Si el ambiente no es bueno, lo mejor es que tú vayas a lo tuyo sin meterte con nadie, tus opiniones, guárdalas.
No chismorrees. Esto está relacionado con lo anterior. No es bueno que vayas hablando por ahí de los demás o que quieras enterarte de cosas. Tú lo importante y en lo que te debes centrar es en el trabajo, no en cotilleos que para eso ya está la televisión.
Ante todo, sé humilde. Si hay cosas que no has hecho tú, no te atribuyas el mérito, es lo peor que puedes hacer porque al final eso creará un mal ambiente y, cuando se sepa la verdad, será peor.
Cuidado con lo que comentas de tu trabajo y comentarios. Está bien eso de que no te guste tu trabajo, pero no vayas por ahí diciéndolo porque, si no te gusta, ¿para qué vas a él? ¿Por qué no lo dejas? A veces el quejarse parece un vicio o una forma de llamar la atención así que mejor dejarlo eso para ti misma y no para comentarlo con los demás.