¿Eres adicto/a al trabajo?

Trabajar, hoy en día no sólo es un privilegio sino también una necesidad. Buscamos mucho más allá que una remuneración que nos permita vivir más o menos cómodamente, buscamos en el trabajo también realización, una vía para una mayor independencia… Sin embargo, todo esto que buscamos se puede tornar en nuestra contra y llevarnos a la adicción. Sí, a la adicción al trabajo.

¿Quieres saber si eres adicto/a al trabajo?

adicción al trabajoSíntomas

  • Renunciar a cualquier descanso
    Si estás pendiente de asuntos laborales incluso fuera de horario laboral, si te pasas el día controlando el correo electrónico, si eres incapaz de pasar un día libre y totalmente desconectado/a de todo lo relacionado con el trabajo… tienes motivos suficiendes para alarmarte.
  • Dejar de lado y restar importancia a actividades cotidianas
    Renunciar a actividades cotidianas es un síntoma de la adicción al trabajo. Si notas que renuncias a un paseo, a jugar con tus hijos, a dedicarte un poco de tiempo a ti, a leer, a ver la tele, a hacer deporte… para dedicar más tiempo al trabajo, de nuevo hay motivo de alarma.
  • No tener límites
    Aún en horario de trabajo, es importante tener límites. Es decir, por ejemplo, a la hora de comer, la hora de entrada y salida, etc. Si continuas trabajando en horas de comer, si eres el/la primero/a en llegar y el/la último/a en salir del trabajo, de nuevo estás frente a síntomas claros de la adicción al trabajo.

Causas

  • Personalidad exigente y controladora
    Las personas demasiado exigentes y controladoras son más propensas a la adicción al trabajo debido a esa necesidad que todo salga y esté exactamente como quieren.
  • Necesidad económica
    Lo que comienza como una simple necesidad económica puntual, puede llegar a hacernos perder el control y llevarnos a la adicción al trabajo. Trabajar más para ganar más es muy habitual; y a veces, debido a motivos económicos, es una necesidad. Pero cuidado, hay tan sólo un paso entre la necesidad y la avaricia.
  • Ego
    A todos nos gusta que nos feliciten por el trabajo bien hecho, que nos reconozcna nuestra eficiencia en un momento dado… Pero cuando esto pasa a ser una necesidad, puede derivar en una adicción al trabajo.

 

 

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