Los niños han de aprender con el paso del tiempo a comportarse y tener autonomía y organización por sí solos, no dependiendo de sus padres. Pero esto se consigue creando un pequeño caos, es decir enseñando de autonomía desde la propia casa.
La autonomía se les puede enseñar a los niños a partir de los ocho años cuando se les empieza a dejar algunas tareas de la casa para que las haga en un momento de tal manera que también participe y vea que es responsable y autónomo, es decir que no hace las cosas sólo porque se lo decimos (eso con el tiempo, al principio le costará).
Puedes comenzar enseñando autonomía a tu hijo desde muy pequeño enseñándole a vestirse y desvestirse sólo, a bañarse solo, o a preparar las cosas del colegio el solo aunque después tengas que revisarlas tú.
A partir de los ocho años puedes hacer que su autonomía sea mayor como por ejemplo poniéndole como tarea que tenga que ordenar su cuarto y mantenerlo limpio ya que tú no lo vas a tocar. De esa manera él verá cuando el cuarto está sucio y tendrá que limpiarlo él o ella solo ya que, de lo contrario, está fallando tanto su responsabilidad como en su autonomía. También es cierto que, si el niño cumple se debería dar algún premio especial por hacerse mayor.
Enseñar a autonomía, responsabilidad, etc es difícil y requerirá de un tiempo para que se adapten a su nueva situación y para que entiendan lo que deben hacer.