En el Camino de Santiago también hay tiempo para relajarte, tener una experiencia que te reconfortará en todos los aspectos. Iglesias, monasterios y catedrales tonificarán tu alma, pero te proponemos una manera diferente de realizar el camino, por medio de Estaciones termales y Balnearios. Mímate con un tratamiento de salud o belleza, simplemente porque te lo mereces.
El termalismo, es la mejor forma de eliminar las tensiones y el estrés diario. Los romanos ya se beneficiaron de las propiedades curativas de los manantiales termales españoles. Muchos se localizan en el norte, en lugares que desde el siglo X recorren los peregrinos durante su camino a Santiago de Compostela.
Te damos a conocer, algunas estaciones termales, que disponen de toda clase de comodidades y métodos terapéuticos novedosos y sofisticados.
Si tomamos como referente el Camino Francés, que es la ruta tradicional, tanto si comienzas la ruta desde Jaca (Aragón) o Roncesvalles (Navarra), te toparás con uno de los centros de termalismo españoles más importantes.
Desde los Pirineos hasta llegar a La Rioja, encontrarás una diversidad de masajes y técnicas en los balnearios de Arnedillo, Benasque, Fitero, Panticosa y Vilas de Turbón. Paseos agradables por los valles y unas rutas montañosas magnificas, que te harán olvidar la tediosa rutina del día a día.
Continuando con la ruta jacobea hallarás los campos serenos de Burgos. Allí tomarás las aguas en los municipios de Virtus y Valdelateja. En la provincia de León, también es conocida por sus aguas con propiedades el municipio de Caldas de Luna.
Otra opción, es llegar a Santiago de Compostela por el Camino del norte, que atraviesa la zona verde, es decir, desde el País Vasco hasta Lugo, dónde se une con el Camino Francés, podrás disfrutar de un baño termal en los conocidos balnearios cántabros (Alceda, Las Caldas de Besaya, Liérganes, Puente Viesgo, etc), en Asturias en Las Caldas o en Guipúzcoa en Cestona.