¿Eres de los que se ha iniciado a correr para mantenerse en forma? ¿Quieres perder esos kilos de más que tienes y correr es una forma de hacerlo? La fuerza de voluntad que debes sacar es mucha, y es algo increíble lo que haces, pero, en ocasiones, bien porque eres primeriza, bien porque no te das cuenta, cometes errores que pueden provocarte problemas a la larga. ¿Sabes cuáles son?
Problemas a la hora de correr
Entre los principales problemas están:
-
No calentar previamente. Aunque parezca una tontería, necesitas calentar los músculos al menos 5 minutos antes para evitar que, cuando estés corriendo, te pueda dar algún tirón o hacerte una lesión en las piernas (o en otra parte del cuerpo). De hecho, lo mismo podríamos decir con relajarte después, para que los músculos dejen de estar en tensión.
-
Correr demasiado. No hay una competición, y esforzarte al máximo desde el principio lo único que va a hacer es que te sientas cansada y que puedas fatigarte. Si vas a empezar a hacer ejercicio y llevas tiempo sin hacerlo, no lo hagas por mucho tiempo y no todos los días. Has de coger rutina, sí, pero poco a poco. Date un mes al menos para, gradualmente, acostumbrarte al ejercicio y poder hacerlo diario y por más tiempo.
-
¿Mueves los brazos? A la hora de correr, también ellos han de moverse hacia adelante y atrás, eso te ayudará a mover el tronco y a hacer algo de ejercicio también con ellos, además de que te sirven para propulsarte y recorrer más distancia.
-
No empieces a correr rápido, es mejor que lleves un ritmo adecuado, al principio bajo y conforme te vayas acostumbrando a correr, lo podrás ir subiendo.
-
Recuerda beber agua, no sólo antes y después, sino también mientras corres para reponer los minerales que vas perdiendo y evitar que te deshidrates.