La edición número 84 de ‘Los Oscars‘ llegó y se esperaba que la gala transcurriera tranquila entre mucho glamour. Sin embargo, siempre hay quien se sale de lo esperado y acaba dando la nota. Unas veces de manera intencionada y otras, como en esta ocasión, de manera involuntaria. Y esta vez le ha tocado ser el centro de atención a Jennifer Lawrence, que tropezó con su propio vestido al subir las escaleras del escenario para recoger el premio a la mejor actriz.
La actriz vestía con un espectacular vestido de la firma Dior gracias al que muchos la nombraron como una de las mejores vestidas de la gala. Pero su precioso vestido le pasó factura; la hizo tropezar y caer en las escaleras cuando se disponía a recoger el Oscar a mejor actriz. Tras la caída, Jennifer se tapó la cara con sus manos y se lo tomó con todo el humor que pudo, sonrió y se levantó y se dispusó a recoger su premio.
El discurso de la actriz fue muy breve. Pero aprovechó para reírse de nuevo de sí misma y hacer un comentario sobre su caída. ‘No me aplaudáis por pena porque me haya caído‘ – dijo.
Esta no es la primera vez que la actriz sufre algún percance al recoger un premio. En los premios de la Academia de Actores le otorgaron el premio a mejor actriz de reparto y a la actriz se le rasgó el vestido con la silla y tuvo que salir al escenario con el vestido roto. Y en la gala benéfica ‘pre Bafta’, la actriz perdió un tacón.
A pesar de su torpeza o mala suerte -depende de cómo se mire-, lo que es innegable es que la actriz se encuentra en el mejor momento de su carrera. Los guiones le llueven y muchos hasta se atreven a hablar de ella como la ‘nueva novia de América‘.
