Sin duda se trata de uno de los eternos debates nutricionales entre mujeres, ¿el pan engorda? Hay quienes defienden a muerte la ingesta de pan para una dieta equilibrada tachando de ‘barbaridades’ o ‘memeces’ todas aquellas habladurías que aseguran lo contrario. Sin embargo, por otro lado están las que ven en un trozo de pan al mismísimo satanás afirmando que él es el único culpable de su frustrada operación biquini. Entonces, ¿a quiénes debemos hacer caso?
Pues en realidad ni a unas ni a otras. El pan engorda, por supuesto, pero ni se trata de un diablo disfrazado ni seguramente sea él el culpable de tantas dietas fracasadas. Según un estudio llevado a cabo por Unidad de Nutrición del Hospital de La Paz de Madrid en el año 2011, eliminar por completo el pan de las dietas hipocalóricas es un tremendo error.
La investigación se llevó a cabo entre dos grupos de mujeres a dieta que presentaban cierto sobrepeso, unas a las que se les incluyó el pan como un alimento más dentro de su régimen, y otras a las que se les sustituyó el pan por otra fuente de hidratos de carbono como el arroz o la pasta. Los resultados en cuanto reducción de peso y masa corporal fueron en ambos grupos prácticamente los mismos, por lo que pudieron deducir que el consumo de pan no interfiere para nada a la hora de bajar de peso.
Sin embargo, aparecieron una serie de diferencias significativas entre ambos conjuntos. En el grupo de mujeres a las cuales se les eliminó el pan de su dieta se observó un índice de abandono mayor que en el grupo que consumía pan regularmente. Esto se debe a que el pan es un alimento que sacia bastante, cosa que permitía a las mujeres poder seguir con la dieta sin esa sensación de hambre que al final acaba por desencadenar en ansiedad y frustración.
Por otro lado, la saciedad producida por el pan hacía que las mujeres de este grupo no se vieran en la necesidad de dar fin a su hambre con otro tipo de productos más calóricos que el pan como la carne y los dulces como lo hacían el grupo a las que se sí les había privado de este alimento.
Como veis, en ocasiones el pan no solo ayuda a no engordar sino que puede ayudarnos también a sentirnos mejor y ahorrarnos así esa a veces tan innecesaria sensación de hambre. Aun así, no debe hacerse un consumo abusivo de este alimento ya que su excesiva ingesta puede provocar el resultado contrario. Un último consejo, recuerda que lo que más engorda del pan, es aquello que lo acompaña.