A pesar de los 100 años transcurridos, la leyenda parece seguir estando viva, y por si algunos ya la habían olvidado, aquí llega el australiano Clive Palmer para recordárnosla. Con un patrimonio que según la revista Forbes asciende hasta los 600 millones de euros, el australiano ha decidido revivir el barco más famoso de todos los tiempos, el Titanic.
“Quiero gastarme toda mi fortuna antes de morir. Es mejor que me lo gaste yo y no mis hijos”. Con esta premisa nace la idea de volver a dar vida a uno de los barcos que más nos ha hecho soñar y llorar al mismo tiempo. Un capricho de un hombre al que parece que le sobra el dinero que a otros tanto les falta. La réplica del Titanic tal y como era por aquel 1912 zarpará de Southampton hasta Nueva York haciendo el mismo recorrido que tenía que haber realizado 100 años atrás.
Los pasajeros podrán revivir la experiencia de viajar en el transatlántico tal y como lo hubieran hecho en 1912, es decir, podrán vestir si lo desean con la vestimenta típica de aquella época, deleitarse con el menú de antaño y disfrutar de una vistas y unos servicios tal y como se expusieron por entonces. A estas comodidades habrá que sumarles las propias del siglo XXI como gimnasios, piscinas y bibliotecas.
La recreación ha querido ser tan exacta que el propio Clive Palmer asegura que la distinción entre clases se realizará de manera similar a entonces, es decir, los de primera clase en ningún momento podrán mezclarse con los de segunda o tercera.
El primer viaje de este nuevo Titanic está previsto para 2016, pero según las propias palabras del creador de esta idea “si tarda más no importa… tenemos un montón de dinero” (suertudo donde los haya). ¿Qué pensáis de su recreación? ¿Os animaríais a surcar los mares con dicha réplica?