«El fin del mundo se acelerará con la construcción de estos ferrocarriles que descienden a regiones infernales y por tanto molestan al Diablo» Esa fue la curiosa sentencia que hace algo más de 150 años lanzó el reverendo John Cumming ante la inminente llegada del «ferrocarril subterráneo» a la ciudad de Londres. Por suerte, los ingenieros y arquitectos de la capital inglesa no hicieron caso a tal afirmación, y diseñaron una red de transporte suburbano que hoy en día está presente en muchas de las principales ciudades del planeta, y que cada día usan millones de personas para sus desplazamientos cotidianos.
La primera red de Metro apareció en Londres, en enero de 1863, y ofrecía una forma de moverse por la ciudad más rápida y confortable que las existentes, ya que en aquella época, en Londres era imposible moverse debido a la gran cantidad de carros de caballos que cada día discurrían por sus calles.
Para conmemorar en «cumpleaños» de una de las formas de transporte más utilizadas en nuestro tiempo, en Londres han hecho un viaje de 5 km entre las estaciones de Paddington y Farringdon Street.
El Metro de Londres es, en la actualidad, el más congestionado del mundo, y además, el más caro de Europa y, de hecho, desde hace años, es necesaria una remodelación de algunas de sus estaciones, que actualmente ya no son funcionales para la gran cantidad de pasajeros diarios, que llega a los cuatro millones. Pero otros Metros en el mundo, aunque no tan antiguos como el de Londres, sí que han sabido adaptarse poco a poco a los nuevos tiempos, como el de Tokyo o Madrid.
A pesar de sus 150 años de vida, el Metro sigue siendo uno de los medios de transporte preferidos por miles de millones de usuarios en todo el mundo, y también uno de los más rápidos para moverse en las ciudades con más tráfico por carretera. ¿Eres de las que usan el Metro a diario?
