Durante la época de invierno es normal que, en ocasiones, nos sintamos un poco cansadas, sin ganas de hacer nada, incluso como si nos costara un mundo hacer lo que, antes, nos parecía que siempre queríamos hacer, fuera algo que nos gustara o no. ¿Sabes que eso puede ser que tienes una falta de hierro?
Te damos algunos síntomas que pueden ponerte en alerta para que estés atenta:
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Cansancio. Es lo más conocido para una deficiencia de hierro. Si te notas que, nada más levantarte, ya estás cansada y has dormido bien, no has trasnochado y no tiene razón de ser, es posible que necesites algo de hierro porque lo que ocurre es que no llega suficiente oxígeno a las células y la energía que necesitan no la tienen.
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La regla es dolorosa y abundante. ¿Te ocurre? A lo mejor es otro de los síntomas. Esto lo puedes ver si no es lo habitual en tu regla.
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Estás pálida. A veces suele pasar pero depende mucho de la tonalidad de la persona. Sobre todo notarás el cambio de la coloración en los labios y en los párpados que es donde te debes mirar bien.
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Dolor de cabeza. Es habitual que, si tienes muchos días en los que te duele la cabeza, puede ser que sea debido a la falta de hierro que tienes.
Como ves, hay muchos síntomas que te pueden poner sobreaviso. Lo mejor de todo es que es algo que no tiene mucho problema de curación porque, con un tratamiento médico y mejorando la alimentación, el hierro subirá fácilmente.