El deportista de alto riesgo, Felix Baumgartner, se convirtió ayer en el primer humano es superar la velocidad del sonido al saltar desde la estratosfera en una caída libre de más de 39.000 metros.
La hazaña de este deportista austriaco de 43 años se comenzó a planear 7 años atrás. Y fue ayer cuando se llevó a cabo. Baumgartner alcanzó la altura requerida dentro de una cápsula impulsada por un globo de helio. Las cámaras de vídeo instaladas permitieron que millones de personas en todo el mundo pudieran ser testigos, en directo, de la proeza.
El momento más emocionante se produjo cuando Baumgartner abrió la compuerta de la cápsula. Luego: incertidumbre. Pero finalmente se lanzó al vacío, para convertirse en leyenda.
Después de su estratosférico salto, el deportista austriaco confesó: «Ha sido muy difícil. Estás deshidratado, estás cansado. Ahí arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma diferente». Sin embargo, Baumgartner logró controlar el complicado descenso sin perder la consciencia y sin sufrir una hemorragia cerebral -que podía haber sido provocada por los giros descontrolados al caer-. Aunque, al sincerarse ante las cámaras confesó: »Durante unos segundos pensé que perdería el sentido».
Un viaje de aproximadamente 10 minutos, de los cuales casi la mitad corresponden a la espectacular caída libre, convirtieron a este hombre en leyenda. Pero su salto no sólo sirve para mostrar su valor, sino que se trata de un salto de gran relevancia científica.