Cuando se da a luz y tienes una pareja, lo más normal es que te apoyes en él para sobrellevar este cambio de rol que estás experimentando ya que, al principio, cuando eres madre primeriza, todo te viene grande y piensas que no eres una buena madre porque no sabes qué hacer o porque no sabes calmar a tu pequeño.
El cuidado que te ofrece tu pareja no es sólo para cuidar al bebé sino que también puede cuidar a la madre manteniendo la calma y un pequeño de sentido común para darle la comprensión a su pareja y apoyarla en todo lo que necesite. Es muy importante para las mujeres tener a alguien en quien confiar bien quién podrá apoyarse y hablar cuando estén tristes o cuando les supera el bebé, cosa que puede ocurrir en muchos casos.
Por eso podríamos decir que el papel del papá no es tanto como cuidar al bebé, cosa que también puede y debe hacer, si no el estar alerta para estar cuando la madre lo necesita y también para ocuparse de otros menesteres que pueden ser importantes como por ejemplo organizar las visitas y el papeleo, ordenar la casa, encargarse de cuidar a los hermanos mayores del bebé si se tiene, y, en definitiva, ser algo así como un pilar importante para la madre y también para los pequeños.
Depende de cada hombre el poder ser realmente un pilar útil o no aunque en la mayoría de los casos siempre se consigue tener un pilar pero también han de saber los hombres que las hormonas pueden jugar malas pasadas a sus mujeres y por tanto hay que darles un poco de entendimiento puesto que están más hipersensibles y molestas.
