Cada vez son más las personas que apuestan por el ecoturismo, una alternativa sostenible y asequible que se basa en la preservación del entorno.
Muchos/as son los que pasan el año deseando ansiosos que lleguen las vacaciones para ir lo más lejos posible en busca de tranquilidad y relax. Sin embargo, para la inmensa mayoría, ese viaje de desconexión tan esperado se traduce en colas, esperas, retrasos y prisas. Más allá de las clásicas vacaciones ajetreadas, existen otras opciones y alernativas que ofrecen experiencias diferentes desde una perpectiva sostenible y respetuosa con el entorno; se trata del ecoturismo o turismo ecológico.
El concepto ecoturismo nace en los años 80 de la mano de Héctor Ceballos, un arquitecto mexicano que lo define así: ‘Un nuevo enfoque de turismo que rivilegia la sustentabilidad, la preservación, la apreciación del medio (tanto natural como cultural) que acoge y sensibiliza a los viajantes’. Cierto es que este concepto ha evolucionado, pero continúa conservando esa esencia.
Visitar granjas ecológicas es una de las opciones más populares dentro del turismo ecológico. Tanto es así que un gran número de países, entre ellos Bélgica, Japón o Argentina, permiten al que lo desee alojarse de forma gratuita a cambio de colaborar unas horas al día en las labores propias de la granja. De esta manera los visitantes no sólo conocen una nueva cultura, sino que tienen la posibilidad de integrarse y conocerla más de cerca.
Y los que prefieren no ir tan lejos, pueden recurrir a los programas que las comunidades autónomas ofrecen dentre del propio país.
Son estas sólo algunas de las posibilidades que permiten disfrutar de unas vacaciones diferentes, alejadas del consumismo y el estrés a un precio asequible.