Es normal que los primeros días en que tienes a tu bebé en los brazos no quieras separarte de él y al final lo acostumbres a ello, teniendo que dormirlo en brazos (a pesar de que no es lo que deberías hacer).
Sin embargo, unos días no es malo porque así se fomenta más el vínculo especial que se tiene con ellos. De hecho, es algo que pueden hacer tanto las madres como los padres para estar más cerca de su bebé aunque debes tener en cuenta algunas cositas importantes:
– Dependiendo del gusto del bebé, es posible que quiera dormir siendo acunado o bien sobre tu hombro. Algunos bebés se sienten más seguros escuchando el sonido del corazón y la vibración de tu voz a través del cuerpo que si te la escuchan porque les asemeja más al vientre materno.
– No es bueno dormir en brazos a un niño mayor de dos años, al menos no siempre. Una cosa es que duermas a un niño recién nacido y otra diferente que lo hagas con uno más mayor que ya debe dormir solo. Si eso pasa puedes tener problemas después.
– Procura no agobiarlo con las manos ni las mantas cuando lo tengas en brazos. Le gusta estar acunado pero no restringido de movimientos, por lo que mejor no hagas eso.
– Si notas que no se duerme en tus brazos, lo mejor que puedes hacer es dejarlo. A veces los niños solo quieren estar en tus brazos pero no dormir, y eso puede repercutir negativamente en su desarrollo porque los acostumbras a hacer lo que ellos quieran.