Siempre se ha dicho que las parejas no deben discutir nunca delante de los niños porque eso puede crear estrés, confusiones y problemas en los niños además de que pueda haber malestar entre ellos, primero porque los niños se peleen y después porque pueden posicionarse de un lado o de otro y crear algún tipo de resentimiento hacia la otra persona.
Sin embargo, parece que ahora, según un estudio que se ha llevado a cabo a través de la Universidad de Notre Dame, en niños de 5 a 18 años durante 20 años, parece que las conclusiones dejan mucho de qué hablar porque parece que no es demasiado malo discutir delante de los niños siempre y cuando se tengan en cuenta algunos matices, el más importante de ellos el hecho de que la discusión acabe en una solución y que ambos padres se reconcilien y entiendan dónde se han equivocado, o dónde no.
A pesar de este estudio los profesionales psicólogos no están todos de acuerdo acerca de que un niño deba presenciar una discusión de la pareja porque puede ser que no siempre se mantengan las formas en la discusión o que no se llegue a una solución pronta y los niños acaban aprendiendo malos modos o a no dar solución a las discusiones, sobre todo si no ven eso en los padres.
No hay duda de que ver cómo los padres resuelven problemas puede hacer que los niños sean más capaces de enfrentarse a situaciones diferentes en su día a día pero hay que tener en cuenta que, en una discusión, se pierden mucho los papeles y puede que no sea lo más adecuado. ¿Qué opinas tú?