Uno de los problemas que los bebés pueden tener es la llamada dermatitis atópica, no una enfermedad, pero sí una molestia para ellos y un susto para las madres y padres que pueden pensar que les ha picado algún bichito o que tienen algún mal del que no se han dado cuenta. Pero tranquilas que no es así.
La dermatitis atópica es un problema que afecta a la piel y hace que se tengan zonas enrojecidas y con picor con lo que, al rascarse, se puede llegar a hacer heridas que hay que tratar para que no haya infecciones. Muchas veces esta dermatitis se produce por el sudor ya que éste no sale bien de la piel y entonces reacciona (sudamina). Otras veces puede tener otros problemas añadidos.
Suele aparecer a partir del tercer mes de vida y casi siempre tiene unos puntos más proclives que otros. Normalmente suele ser: cara, manos, detrás de las orejas, codos y rodillas aunque dependiendo de la sensibilidad de la piel podría llegar a aparecer en todo el cuerpo.
¿Qué hacer ante esto? Hay varias cosas que puedes hacer para aliviar un poco e intentar que no aparezca. Por ejemplo:
– Prueba a ducharlo en lugar de bañarlo, o que el baño dure poco tiempo.
– Usa jabón neutro siempre.
– Mantén la casa limpia de polvo y bien ventilada.
– Usa cremas para aplicarlas sobre la piel, incluso con ésta mojada.
Muchos pediatras opinan que el problema se suele eliminar conforme los niños crecen pero eso no es motivo para que lo dejes sin hacer nada porque puede ir a más.