La habitación de tu hijo suele ser uno de los lugares donde dar más rienda suelta a la imaginación a la hora de crear su propio espacio. Sin embargo, muchas veces olvidamos el hecho de ser niños y, aunque los adultos queramos, los niños son incapaces de tener todo en orden, no recordamos la época en que nos gustaba jugar con un juguete, soltarlo y ponerse a jugar con otro o bien ordenar la habitación según el gusto que teníamos de niños.
Por eso los niños también nos pueden ayudar a la hora de decorar su habitación y debemos hacerlo de una forma infantil, sin mirar acerca de si conjunta o no con los muebles, de si ese color nos gusta o no.
Imagínate una habitación. En las paredes puedes colocar un color vivo, un color que llame la atención o incluso dividir la pared en dos partes y poner la mitad superior de un color y la mitad inferior de otro o, hasta podríamos poner la mitad inferior de una pintura especial que hace de la pared una pizarra y donde el niño podría pintar todo lo que quisiera porque se puede borrar.
Ahora imagina el radiador de esa habitación. Lo más normal es que sea color blanco así que, como estamos en una habitación de niños podríamos imitarlo en color que puede ir acorde al color de la habitación o bien poner cada parte del radiador de un color y hacerlo multicolor para que así combine con todo.
Ahora imagina la lámpara. Si es un niño puedes comprar una lámpara especial de una moto o un avión o incluso un coche y, si es una niña, podrías considerar algunas otras lámparas como por ejemplo seguro que hay algún castillo.
A la hora de decorar una habitación de un niño intenta preguntarle a tu niño o tu niña interior y crea junto a tu hijo o hija la habitación que más le guste pues, al fin y al cabo, será él o ella quien duerma allí.