Muchas veces, cuando estás embarazada, se te puede decir que tienes que cuidar la alimentación ya que, parte de lo que comes tú, también le pasa a tu bebé, y eso hace que haya que controlarse un poco para darle una buena nutrición y no todo lo que se te ocurra (tanto para no engordar como para proporcionarte todos los nutrientes que necesitas).
Ahora bien, cuando se da a luz, la cosa no acaba ahí, lo haría en el caso de que no le dieras el pecho a tu bebé pero, mientras estás con la lactancia, también en esos meses has de cuidar la alimentación para que la leche materna sea más rica para el bebé.
Hay muchas madres que, debido a que dan el pecho, suelen tener un problema y es que les entra mucha más hambre. Por lo general, la dieta de una mujer que da el pecho ha de ser de 2000 a 2700 calorías diarias en alimentos sanos como son frutas, vegetales, cereales, derivados lácteos, etc. No te debes centrar en contar las calorías que tomas, pero tampoco pasarte con ellas.
Debes evitar los alimentos que tengan sabores muy fuertes porque eso cambiaría el sabor de la leche y podría hacer que tu bebé rechace el pecho durante un tiempo. Otros alimentos, como la col, brócoli o la leche de vaca puede hacer que al bebé le den cólicos, por lo que hay que procurar eliminarlo o tomarlos muy de vez en cuando.
Igualmente es importante que no tomes café ni bebidas alcohólicas y, sobre todo, estar muy atenta a las reacciones de tu bebé porque puede que, algo que has comido tú, le dé una reacción a él y puedas pensar si es alérgico o no.