No, no te hablamos de familias que no tienen dinero para comprar una cuna como es debido y que al final acaban cogiendo una caja de cartón (de un televisor, de un microondas o algo parecido) para que se convierta en la cuna de su hijo o hija.
En realidad esto que puede hacerte dar el grito al cielo tiene una explicación más razonable. Y es que en Finlandia usan cajas de cartón para los bebés (y quizás sea por algo que es el país con menor tasa de mortalidad infantil en todo el mundo).
No es algo nuevo, durante 75 años las mujeres embarazadas recibían por parte del Estado una caja de cartón para su bebé junto con ropa, sábanas, juguetes y demás que formaban parte de un set de regalo por haber dado a luz; eso o, en lugar del mismo, recibir unos 214 dólares. Y ahora pensarás que la gente escogía el dinero… pues no, el 95% de las mujeres optaba por la caja porque su valor era mucho mayor: monos, sacos de dormir, ropa para el aire libre, pañales, un colchón pequeño, productos de baño y una caja, que era la primera cama del bebé y una forma de asegurarle de que está seguro.
A lo largo de los años la caja ha ido cambiando y modernizándose y hoy en día todavía hay muchas que tienen esas cajas guardadas, algo que era gratuito y que ayudaba a las madres en estos primeros meses en que tenían que ocuparse del niño.