Seguro que, cuando termina el día, la parte del cuerpo que más te duele, aparte de la espalda, son los pies. Los puedes notar pesados, que te duelen las plantas, o incluso que, tocártelos, es todo un suplicio para ti.
Los pies, y las piernas en general, son una parte esencial de tu cuerpo, la que te sostiene cada vez que estás de pie. Por eso se dice que no es bueno pesar mucho para evitar que tengan que soportar tantos kilos. Sin embargo, eso no quiere decir que te estemos diciendo que debas adelgazar, sino que hay que cuidarlos mucho para evitar algunos males que los acechan como puede ser la hinchazón o la sequedad de los mismos.
Si quieres que tus pies estén bien cuidados debes tener en cuenta lo siguiente:
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Mantén las uñas bien cortadas. Necesitarás cortarlas a menudo para evitar que se te puedan clavar, que tengan hongos o cualquier otra enfermedad que pueda hacerte ir al médico (y en casos graves, arrancarte la uña). Así que hay que darle ciertos cuidados.
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Procura dejarlos respirar. Uno de los problemas, sobre todo en invierno, es que tenemos siempre los pies guardados en calcetines, ¿a que sí? Pues eso no es nada bueno en realidad. Lo cierto es que necesitas que se aireen para evitar que la humedad pueda afectar a la salud de tus pies. Procura quitarte los calcetines y dejar que el frescor los persiga.
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Masajes. No tienes que agacharte para hacerlos, ni contornearte. Por ejemplo, un masaje que suele ser muy eficaz sólo necesita una pelota de goma que tenga protuberancias. Moviendo el pie por encima vas a conseguir ese masaje y sí, tendrás que tener cuidado también con las cosquillas porque, si tienes, puedes conseguir un masaje lleno de cosquillas.
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Los problemas de pies puede ser la primera señal de problemas serios. Hablamos de artritis, diabetes, problemas de circulación, problemas neurológicos. Cuidar los pies se vuelve en algo muy importante para evitarlos.
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Si tienes heridas, ampollas o cualquier problema, trata de ponerle remedio siempre que puedas.
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Levanta los pies cuando estés sentada. Eso ayudará a estimular la circulación. Y, de paso, a ti te hará estar más descansada.
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Una vez a la semana intenta meter los pies en agua tibia y dejarlos unos minutos en ella. Eso relajará los pies y notarás diferencia cuando lo uses.
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Camina siempre con un calzado que sea cómodo, no cualquiera, sino uno que sea adecuado.
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Si sueles cruzar las piernas, es adecuado que cambies de posición a menudo porque presiones los nervios y los músculos están en tensión mucho tiempo.
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Acude al especialista si ves que hay algún problema anormal en tus pies. A veces es mejor prevenir antes que curar y los pies son el pilar básico de tu cuerpo. Sin ellos, no podrías ponerte de pie ni mantenerte, así que conviene cuidarlos al máximo.
¿Y tú? ¿Ves la importancia que tienen los pies?