Siguiendo con las recomendaciones sobre cuidados que debes conocer podemos hablarte hoy de otras sugerencias para cuidar a ese pequeño.
Baño el baño de los bebés. Ha de ser diario intentando buscar la hora en que sea más relajante tanto para el bebé como para ti mismo; normalmente esa hora suele ser por la noche. La habitación del baño tiene que tener una temperatura agradable y el agua también, caliente pero sin llegar a notar una sensación de quemazón. Procura no llenar la bañera más de 10 o 15 cm para evitar que el niño tenga accidentes. Una vez que el baño se acabe usa una toalla templada y puedes también hacerle un pequeño masaje para estimular el desarrollo de sus extremidades y del cuerpo en general.
Limpieza. Una vez que lo bañes es posible que quieras limpiarle los oídos o la nariz. Evita siempre que puedas el uso de bastoncillos porque le pueden hacer más daño. Para ello puedes darle con la esquina de la toalla pero no introduciéndosela demasiado. En el caso de la nariz utiliza suero fisiológico para hacerle lavados nasales.
Si además ves que la piel se le escame utiliza aceite o crema. Y no te preocupes, es algo normal que puede pasarle a los bebes.
Los paseos. Salir a pasear con tu hijo es algo muy agradable que además deberías hacer, quizás no a diario pero sí varias veces a la semana. Va a depender en muchas ocasiones de la época del año en la que te encuentres y también del clima evitando tanto en uno como en otro las horas de más calor o de más frío según donde vivas.
Durante estos momentos en los que cuidas a tu bebé la relación con él irá en aumento y el bebé llegará a reconocerte así como llegar a reconocer las rutinas que cada día tiene contigo o con los demás.