A pesar de que el ejercicio es beneficio para todo el mundo, en ocasiones también se debe evitar sin necesitar el consejo de un médico, aunque para mayor seguridad lo más conveniente sería que recurriéramos a él. Pero, ¿cuándo debemos evitar hacer ejercicio?
- En el caso de padecer una enfermedad del corazón o palpitaciones y dificultad al respirar. Aún así, el ejercicio físico regular y moderado puede ayudarnos a mejorar, pero siempre deberemos consultar antes con el médico.
- En caso de padecer hipertensión (presión arterial alta), aunque esta tan sólo se descubre durante un chequeo rutinario, ya que no suele mostrarse en síntomas.
- En el caso de las mujeres menopausicas con huesos fragiles, ya que si hemos sufrido de alguna fractura de hueso a raíz de un golpe sería conveniente que contáramos con consejo facultativo antes de practicar cualquier tipo de ejercicio.
- En caso de algunos problemas respiratorios importantes en los que el consejo de un médico es esencial. Aún así, el ejercicio físico también puede ser bastante beneficioso, por ejemplo, para los asmáticos.
- En caso de ser un hombre con más de cuarenta años o una mujer con más de cincuenta y se quiera practicar ejercicio físico vigoroso.
- En caso de que se tengan síntomas de una enfermedad de carácter menor, como la gripe, tampoco sería conveniente la práctica de ejercicio hasta que nos hayamos recuperado totalmente.
- En caso de embarazo algunos ejercicios exigentes deberían evitarse, aunque un ejercicio físico moderado puede resultar beneficioso. En cualquier caso, lo recomendable es consultar siempre con el médico.