El otoño es la estación ideal para pasear por el bosque, pero alguna vez has pensando en un bosque de laureles, muy poca gente lo ha visto, pero existe en Cortegada, la isla gallega, es un paisaje magnifico, de singularidad botánica que es visitado por expertos de cualquier parte del mundo.
En Galicia se encuentra una isla donde se extiende la esencia de marisco y laurel, una sabia combinación. Los bancos de mariscos de la Ría de Arousa ponen las navajas, berberechos y almejas, y la Isla de Cortegada el laurel, tan presente en la cocina para dar aroma a los productos del mar.
Estos árboles centenarios, esconden tierras y prados que fueron cultivadas en otra época. Un pueblo desahitado, una ermita derrumbada, un cruceiro que es testigo mudo de todo. La Isla de Cortegada y el bosque de laureles, proporcionan un ambiente misterioso, que no debes perderte.
Llegar a este bosque tan especial es una gran experiencia, descubriéndolo desde la costa, y acercándote a él tranquilamente por las mansas aguas de la Ría de Arousa. El tranquilo balanceo de las olas, la ría, la isla, la brisa del mar, la cultura de los marineros que se extiende por todos lados, las pequeñas localidades pesqueras localizadas en la costa, la blanca arena que adorna el litoral, etc.
Una vez que llegue, frente al embarcadero, se halla el Centro de recepción de Visitantes, que se incluye en el Parque nacional de las Islas Atlánticas, donde podrás conseguir información sobre el lugar.
La isla cuenta con dos rutas circulares, fáciles de seguir, que os permitirá descubrir mejor este tesoro de la naturaleza. Los dos senderos salen desde los vestigios de la Ermita de la Virgen de los Milagros, que data de 1652, la cual atraía a un buen número de personas, por sus propiedades curativas.
También tendrás la posibilidad de contratar una ruta guiada. Si te apetece podrás regresar al atardecer, después de haber disfrutado de una jornada en la naturaleza.