Que un bebé tenga fiebre es algo que nos asusta a padres y madres porque sabemos que se trata de un problema grave de, en caso de no tratarse podría provocar efectos devastadores en la salud del pequeño. En el caso de las convulsiones son sacudidas y contracciones musculares que suelen darse cuando se tiene fiebre. Pueden aparecer entre los seis meses y los cinco años aunque también en adultos podemos llegar a tener convulsiones si tenemos una fiebre demasiado alta.
En la mayoría de los casos se dice que las convulsiones son inofensivas pero a nuestro modo de entender no es bueno tomarlas a broma del porque pueden provocar otros problemas como puede ser ahogamientos o problemas de índole nerviosa. Eso sí, no están relacionadas con la epilepsia.
Las convulsiones suelen afectar a todo el cuerpo, sobre todo a las extremidades y son de corta duración aunque hay casos en los que pueden durar hasta 15 minutos.
Hay ocasiones en que el niño puede perder la consciencia aunque no es lo más habitual. Se suelen dar cuando hay una fiebre baja o también en fiebres altas y casi siempre suelen existir antecedentes familiares.
Si le ocurre a tu bebé mantén la calma y espera que pase evitando que el niño se haga daño. Una vez que ha pasado acude a un médico para que determine el motivo por el cual se ha producido esa convulsión.
Si se producen varias convulsiones en el tiempo es posible que necesite un tratamiento especial para que no le den ya que no es bueno que se le produzcan y, afortunadamente, suele haber tratamiento para las mismas.