Muchas mujeres, cuando hacen dieta, los primeros días no tienen problema para reprimirse de los alimentos porque tienen fuerza de voluntad. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, la fuerza de voluntad merma y hace que, cada vez, sea más y más difícil poder resistirse a esos caprichos que antes te dabas sin importarte el peso.
Por eso, hoy te vamos a dar algunos consejos básicos que puedan ayudarte a controlar esa ansiedad que te da a menudo. ¿Quieres saber lo que tienes que hacer?
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Si tienes la necesidad de comer, en lugar de darle lo que le gusta o lo que quiere, tómate una fruta o algo de cereales. Sí, eso no es lo que quieres y, para comer eso, no comes nada. Pero es que ahí está. No puedes hacer que sea tu cuerpo y esas ansias las que dominen (y mucho menos las que te hagan perder aquello que hayas conseguido).
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Si tienes un antojo de chocolate… ¿Sabes que puede ser por un nivel bajo de magnesio? Si eso pasa, toma pescado, nueces y vegetales para que te ayuden a equilibrarlo.
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Si tienes un antojo de alimentos salados, lo que tienes es falta de sodio y lo mejor es comer pepino o apio.
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Si el antojo es por comer algo dulce, es posible que te falten ácidos grasos Omega-3 y para ello nada mejor que el pescado. También puedes sustituirlo por fruta y cereales, aunque no te guste al principio.
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Es bueno hacer un desayuno completo que no nos haga sentir hambre el resto del día. No te preocupes por pasarte por la mañana, lo importante es que, por la tarde, no comas demasiado. Es por eso que, las dietas que son muy restrictivas, no sirven para perder peso porque, si bien a corto plazo funcionan, a la larga te hacen comer más.