Uno de los problemas que puede surgir cuando se está en la playa son las temidas medusas. No es algo que le guste a nadie pero, especialmente a los niños, mucho menos porque el dolor para ellos es muy intenso y no lo llevan bien.
Y es que las medusas tienen en los tentáculos unas células que lanzan, cuando se ven asustadas, en peligro o atacadas, unos arpones de veneno y, en los niños, como tienen la piel muy fina hace que sea muy vulnerables y que ese veneno entre más rápido en su cuerpo y les afecte mucho más.
¿Qué hacer ante eso?
– Sácalo de inmediato del agua y evita que se rasque. No debe hacerlo porque eso va a empeorar las cosas.
– Si todavía tiene tentáculos quítaselos con unas pinzas o un palo, no lo toques o te picará también a ti.
– Lava la herida con agua de mar, no con agua dulce porque hará que pique más, siempre agua de mar.
– Si tienes una nevera y hay hielo cógelo y aplícalo para que la inflamación baje y, mientras tanto, ve a un puesto de socorro con el niño para que puedan tratarlo. Allí seguramente te darán lo que necesitas pero, para los días posteriores, intenta echarle algún producto que contenga hamamelis, citronella, eucalipto, etc. que calman la irritación de la piel.
Esperemos que este año no te vayan a picar.
