Las piernas cansadas se asocian con el buen tiempo, pero cada vez son más las personas que se quejan de dolor y molestias en las piernas durante todo el año, pero sobre todo, en los meses de más frío. ¿Acaso las piernas cansadas han mutado para molestar en invierno?
No. La explicación es mucho más sencilla y también mas lógica: el calor de radiadores y o estufas directamente sobre las piernas o las prendas de abrigo muy ajustadas están entre las causas principales por las que las piernas molesten también en la estación invernal. Y sí, es una lata que duelan, pero además de conocer las razones, lo importante es conocer soluciones, ¿no? Así que estas son unas cuantas de las más efectivas.
Consejos para piernas cansadas
La primera es evitar que las fuentes de calor lleguen directamente a pies y/o piernas porque las venas y arterias se dilatan acentuando el problema: evitar braseros, estufas y otros elementos directamente en esta zona es el primer paso para reducir las molestias.
La segunda es reducir el uso de prendas demasiado ceñidas en las piernas, mejor que sean algo sueltas, para favorecer el movimiento de la sangre.
¡Ojo con la sal! Sería la tercera, pero mejor aun es decir que cuidar la dieta debería ser un factor básico, una dieta sana y variada reduce problemas de tensión, colesterol o diabetes, enemigos acérrimos de las piernas cansadas.
Por supuesto, el deporte no debe faltar en la rutina diaria, no hace falta matarse en el gimnasio ni dedicar horas y horas, basta con caminar un poco o subir escaleras para reducir el problema.
Antes de dormir, nada como elevar las piernas un poco mientras se está tumbado (no más de 15 cm), de esta forma se favorece la circulación.
Y, aunque puede parecer un poco desagradable cuando los termómetros andan cerca del cero, tener una crema efecto frío para las piernas suele ser una solución bastante rápida y efectiva.