Uno de los principales problemas de muchas mujeres es, sin duda, la retención de líquidos. Es una situación en la que las personas se sienten hinchadas a pesar de comer poco y puede dolerle el estómago o tener una inflamación de los tejidos blancos.
Cuando una mujer tiene retención de líquidos se nota porque está más hinchada de lo normal, sobre todo en la cara y las piernas, provocando problemas circulatorios, problemas de hígado, riñón, digestión, etc.
Es por eso que existen en el mercado medicamentos y productos de herbolario para ayudar a no retener líquidos, aunque como en todo, hay que tener cuidado sobre lo que se usa puesto que, a veces, pueden provocar un efecto yoyo al dejar de consumirlos o que el cuerpo se acostumbre a ellos y poco a poco dejar de surtir efecto.
Algunos consejos que te vamos a dar nosotras para que no tengas problemas con la retención de líquidos son:
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Un desayuno completo, con fibra y fruta que sea diurética te ayudará a eliminar líquidos, sobre todo aquellos que se acumulan por la noche. No conviene que bebas lácteos (o los tomes) pero, si no puedes evitarlo, intenta que sean de origen vegetal ya que los otros suelen hacer que el cuerpo retenga líquidos.
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Cuidado con la sal. Se sabe que la sal hace que el cuerpo no pierda tanta agua y se acumule. Sin embargo, sí que puedes tomar alimentos ricos en potasio para contrarrestar el efecto de la sal. Por ejemplo, puedes tomar plátano, espinacas, aguacate, acelgas, etc.
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Bebe agua. Aunque no lo creas, tomar unos 2 litros de agua al día te ayuda a eliminar líquidos y a nutrirte bien. Si ves que no puedes con el agua, intenta en infusiones o zumos que hacen el mismo efecto. Eso sí, no tomes bebidas con gases porque solo aumentará la sensación de hinchazón y no será bueno.
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Consume alimentos diuréticos, sobre todo por la noche, que es cuando el cuerpo se relaja más y puede eliminar más líquidos (el único problema es que puedes pasarte toda la noche en el baño). Entre esos alimentos tienes las alcachofas, espárragos, apio, piña, etc.
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Haz ejercicio. Un poco de ejercicio diario no le viene mal a nadie. No te estamos diciendo que te mates a hacer ejercicio, sino que hagas una media hora al día. La constancia hará que tu cuerpo se acostumbre y, también, que estés en forma y que entienda que no hay que retener líquidos.
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Siempre que puedas, consume alimentos frescos. Tienen una mayor concentración de potasio que, como te hemos dicho antes, contrarresta el efecto de la sal. Los alimentos procesados tienen el problema de tener mucho sodio, lo cual no es bueno para el organismo.
Con todo esto no te estamos diciendo que ya no vayas a tener el problema de retener líquidos, pero al menos se lo pondrás más difícil a tu cuerpo para que lo haga. Si aun así continúas sintiéndote hinchada lo mejor es que acudas al médico para que revise tu estado.