Hay ocasiones en las que los embarazos no van como uno quisiera y el bebé tiene mucha prisa por salir del vientre de la madre y ver la luz. Sin embargo, un niño prematuro puede tener muchos problemas y afrontar esa situación es algo por lo que muchas no saben cómo pasar. Así que os vamos a dar algunos consejos.
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Atención médica. En los hospitales hay siempre unidades de cuidados neonatales pero, en ocasiones, cuando el bebé es muy prematuro, requiere de atención mayor. Es por eso que, si tienes riesgo, es bueno saber qué unidades tiene el hospital en caso de problemas graves.
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El bebé necesita de ambos. En este caso, tanto la madre como el padre son necesarios y no porque estén con los médicos es suficiente. Tenéis que implicaros y estar en contacto con ellos. De hecho, en casi todas las unidades de neonatología, tienen 24 horas de libre acceso a los padres.
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Leche materna. Es importante que el bebé, aun naciendo prematuramente, necesita de la leche materna que tiene un gran efecto inmunológico y hay formas de darles el alimento, ya sea por una sonda, una jeringa, o de otra forma.
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Piel con piel. El estímulo del bebé es importantísimo. De hecho se suele tener en cuenta el “método canguro”, es decir, que la madre, o el padre, puedan tener al bebé ya que es beneficio para ambos.
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Es bueno informarse. Cuando tu embarazo tenga riesgo de ser prematuro, debes tener en cuenta que informarte puede aliviar el estrés y los nervios de lo que te va a pasar.