Las hemorroides son una de las molestias que menos queremos comentar con otras personas porque nos hacen sentir con ese nombre que tenemos una enfermedad asquerosa, de esa que uno no querría tener por ningún motivo. Sin embargo, ya sea en el embarazo, o en otro aspecto del día a día, las hemorroides pueden pasar y a veces es necesario tomar algunas precauciones.
Las hemorroides son más fáciles de llevar si no presionas la zona donde las tiendes de tal manera que, si colocas un cojín debajo o algo que te haga de colchón, harás que no te duela tanto, que no te provoque ese dolor que te puede dar.
Has de evitar permanecer mucho tiempo de pie, o mucho tiempo sentada y la higiene íntima ha de aumentarse (es decir, lavarte cada vez que vayas al baño e incluso cambiarte la ropa interior para evitar infecciones importantes.
Así mismo puedes aplicar algún tratamiento que te recete o comente tu médico tanto por la mañana como por la noche. En algunos casos hay también toallitas que te serán mucho más útiles para limpiarte si estás fuera de casa.
La dieta y un cambio en la alimentación también puede servirte para lograr una mejora en las hemorroides. Por ejemplo, si añades unos 300 gramos de fibra o purés de verdura y cereales, entonces conseguirás que las hemorroides vayan bajando de intensidad.